Por: Nadia González
Aunque siempre he trabajado en el mundo digital y, desde antes de terminar la carrera, ya sabía que quería hacer contenidos web, la verdad es que las redes sociales me pillaron fuera de juego. Yo volvía a incorporarme a Greenpeace, después de mi segunda baja maternal, allá por el 2006 y me encontré con que Facebook había ganado mucho tirón y Twitter era la red social de moda.
Me acuerdo de haber abierto mi perfil de Facebook pensando “pufff! una nueva moda que no llegará a nada”, y que me costó abrirme uno en Twitter.
Por aquella época todos los especialistas en contenidos digitales teníamos que formarnos y ahí fue mi primer encuentro con la AERCO-PSM, como por el 2008, cuando las redes sociales nos habían convertido a todos, casi sin saberlo, en gestores de comunidades.
Participé en algunas charlas y formaciones gratuitas impartidas por la Asociación y creo que la gran labor ha sido también poner siempre de manifiesto y reivindicar la importancia de la formación y especialización, de tener profesionales al otro lado de las redes sociales, porque no era una tarea baladí ni fácil, era y es un papel fundamental dentro de las organizaciones y empresas.
Desde que me licencié en periodismo, y tras un breve paso por las web de Telecinco, siempre he estado ligada a organizaciones no gubernamentales. Empecé mi andadura profesional en el tercer sector en Comunidad Humana, una pequeña ONG que trabaja en Lhasa (Tíbet-China), donde estuve colaborando un tiempo perdida entras las montañas tibetanas a 4000 metros de altitud. Cuando volví a España trabajé, durante tres años, en Ayuda en Acción como responsable de contenidos web y de ahí di el salto a Fundación ONCE. En la ONCE trabajé en un centro especial de empleo donde aprendí mucho de discapacidad e integración digital.
Desde hace 9 años soy digital manager en Greenpeace donde he aprendido todo sobre las redes sociales, aunque cada día nos levantamos con algo nuevo. Hago estrategias digitales de nuestras campañas para una comunidad virtual de más de 1 millón de seguidores, que me retan cada día a seguir aprendiendo y mejorando.
Las redes sociales han sido fundamentales para las ONG, nos han acercado a las personas y nos permiten dialogar y sobre todo, escuchar. Como vocal del tercer sector quiero llegar a todas esas ONG que todavía necesitan formación y consejos para aprovechar y dinamizar sus comunidades virtuales, a través de la movilización digital. Estoy ilusionada con este nuevo reto, ¡gracias!
Nadia González