Por: María M. Lorman
Desde el día que le dije a José Antonio Gallego que quería ser parte de AERCO y cómo podía ayudar han pasado muchos años. Durante cada uno de ellos, he conocido a gente maravillosa y a alguna que no lo ha sido tanto, pero todas ellas me han hecho crecer como profesional. Porque al final, para lo que sirve una asociación de profesionales es para eso, para que nos conozcamos y compartamos nuestro día a día. Aunque muchas veces, se mezcle lo laboral y lo personal, cosa que es inevitable, porque con tantas horas de trabajo es difícil conseguir dividir ambas facetas.
De los primeros tiempos recuerdo con cariño las horas de trabajo por email en las que “El Presi” siempre se las apañaba para conseguir que todos termináramos muertos de la risa. De la segunda etapa, en la que Manuela cree en mí y entro como Vicepresidenta, lo que siempre recordaré es el gran trabajo de grandes profesionales para conseguir sacar las cosas adelante, con mejor o peor criterio, pero siempre dispuestos a luchar. Porque si algo hay hoy en día en AERCO son grandes luchadores.
Ahora llega otra etapa en la que, por motivos personales y profesionales, tengo que decir adiós a mi parte de voluntariado. Por mucha pena que sienta, he decidido ceder mi puesto a alguien que le pueda dedicar más tiempo y que venga con ideas renovadas que transmitir.
Y no quería irme sin dar las gracias a miembros de la junta, el equipo de gestión, delegados y socios porque gracias a ellos he crecido cada día, desde que llegué a la asociación.
Pero esto no es un adiós, es un hasta luego, ya que siempre seguiré en AERCO para lo que me necesitéis. Además, como socia estaré rascando todo lo que pueda para seguir formándome con cada charla, evento y encuentro que se haga.
Ya solo me queda decir “Hasta luego familia AERCO”. Os llevo a todos en el corazón.
5 Comentarios
jo, que bien hablas, (escribes), por mi parte solo puedo decirte que gracias por todo, no te puedo decir que te voy a echar de menos porque no te vas a librar de mi
José, Ana y Alberto un besazo enorme.
Bufff. Sabes que si hubiera un no me gusta lo pondría, jeje. Pero gracias, gracias y gracias por todo lo que has dado (sin ninguna contraprestación económica a cambio -tú y todas las personas que forman AERCO- que lo sepa todo el mundo) y lo que me has dado personalmente y profesionalmente.
Un abrazo y sabes que me tienes para lo que necesites.
Ana
Hasta siempre compañera!
Fue un auténtico placer compartir los buenos tiempos contigo
Un placer compartir este breve tiempo en la Junta contigo, María.
Mucha suerte y no nos olvides que siempre necesitaremos que nos eches una mano.
Un abrazo