Por José Antonio Ritoré, Vocal del tercer sector de AERCO-PSM
Jonah Berger es un investigador y columnista del New York Times que durante muchos años ha estudiado los temas de su periódico que más se compartían en internet. Una de las principales conclusiones de su estudio es que la indignación y la capacidad para asombrar son los dos grandes aceleradores de la viralidad en las redes sociales. Muchas de las historias sociales que más impacto han tenido en la historia de la red reúnen ambas características.
Fuente: Una sonrisa para Aitana
Un medio titulaba en noviembre de 2013 “250 millones de tapones han logrado un milagro”. El milagro era Aitana, una niña aragonesa de 13 años de edad que ha necesitado tres caras operaciones de corazón en Estados Unidos para poder salvar su vida. Su padre, Luis Miguel, para conseguir el dinero de las operaciones, comenzó una campaña en 2009 de recogida de tapones. Las redes sociales tuvieron un papel fundamental para que tuviera éxito: miles de personas asombradas por el coraje de un padre e indignados por el abandono institucional de una familia lo hicieron posible.
Fuente: Victoriano Izquierdo-Obra Social Caja Madrid
“Héroes sociales 2.0” fue un proyecto que dirigí en 2011, cuando trabajaba en Obra Social Caja Madrid. Queríamos rendir un homenaje a las personas que hacen más social la web y para ello reunimos las historias de 16 personas anónimas que habían logrado un impacto social asombroso a través, básicamente, de internet y las redes. “Cuando tienes un sueño y crees en él de corazón, he comprobado que suceden pequeños milagros” decía Jil Van Eyle, uno de los protagonistas.
Otro ejemplo; algo tan sencillo como un blog puede hacer algo muy importante por mucha gente que se encuentra en nuestra situación. Le ocurrió a José Luis Martínez, que abrió elblogdeanna.es para compartir con su familia los avances de su hija Anna, que tiene síndrome de Down. O como el caso de Pablo, un madrileño que siempre se echaba en cara no hacer nada por los demás y, para solucionar esto, acabó creando una cadena de favores que se transmitía a través del mail y solucionaba problemas reales de gente real.
La red, en la actualidad, proporciona una oportunidad única de trasmitir y generar altruismo y solidaridad. El mundo pide ejemplos de superación y lo que necesita cualquier contenido social para contagiarse es ser auténtico, natural, verdadero.
Lo más importante: primero hacer, luego decir. Hoy en día, son muchas las grandes compañías que no han entendido que no sólo vale con “decir” y, lo peor, es que es fácil averiguar cuando una empresa intenta vendernos un compromiso falso o poco trasparente.
A muchas organizaciones sociales les ocurre justo lo contrario, hacen mucho, pero no saben cómo decirlo. Es nuestra obligación como especialistas en comunicación, como creadores de historias (storytellers) dar a esas organizaciones las herramientas para que su mensaje llegue más fuerte y más lejos. Eso es justo lo que hacemos desde AERCO, sobre todo a través de eventos como “Socialraising” que sirven para enseñar las mejores prácticas del sector.
Desde hace años, los blogs y los redes sociales como Twitter o Facebook juegan un papel vital tanto en la comunicación y fundraising de las ONG y Fundaciones de este país como en la creación de iniciativas individuales que acaban contagiando la solidaridad colectiva. Ahora, más que nunca, podemos. Y si podemos, ¿a qué esperamos?