Te pegas una ducha mañanera después de salir a correr. Hoy has llegado con ideas frescas para conseguir hacer triunfar a tus marcas, vamos, lo de todos los días. Te sientas delante del ordenador con el Cola Cao y las galletas. Hay algo que te distrae, los pitiditos de los avisos en el móvil, del Twitter, del email, del Facebook, del Whatsapp. “Algún día tengo que desconectar todas las alarmas” te dices.
Haces el esfuerzo diario por comenzar tus rutinas de una manera disciplinada. Lo primero que toca no es leer el correo. “no, no lo hagas, ya sabes lo que dice ThinkWasabi, y tiene más razón que un santo“. Vas a dedicarle los primeros tres cuartos de hora a plasmar alguna de tus brillantes ideas y dejarlas preparadas. Tiras de Photoshop para hacer una portada de Facebook que era la que necesitaba ese cliente estupendo de Madrid que siempre se interesa por tu trabajo y siempre te pregunta por lo próximo a hacer, la famosa Estrategia. Abres el OmmWriter y te pones a escribir sobre una pantalla totalmente blanca y libre de distracciones, esos copies tan ocurrentes que te han venido a la cabeza mientras amanecía a golpe de zapatilla y carretera, esos copies que te hacían falta para la campaña de Facebook que ya casi estabas a punto de sacar, para el cliente de Valladolid que está empezando en esto y no se entera mucho, aunque eso sí, te lo pide todo, y aunque no te está pagando como para que tú lo hagas todo, le está dando más de lo que te paga.
Casi acaba de empezar la jornada y como todos los días ya sabes que estás trabajando de Community Manager de provincias. Por tu cuenta, alejado de las grandes capitales y las super agencias en las que todo está en su sitio y cada personas tiene su tarea; Social Media Strategist, cuentas, Monitorización, Cool Hunters, creativos, copies, dinamizadores de comunidad, analistas, Content Curators. Tú ya sabes que en provincias a ti te llaman Community Manager, que es el nombre con el que afortunadamente alguien ha entendido que lo que tú haces va de “Internet y redes sociales“, pero estás realizando todas las labores descritas antes y muchas más. Como que casi si te descuidas te toca diseñarle el logotipo al cliente.
Que por cierto, una vez no se lo diseñaste, pero tuviste que tirar de Illustrator y vectorizar “a pedal” el logo de una tienda que quería tener una página en Facebook. Aquello no salió, porque al final no se quería gastar el dinero como es debido, pero bueno, al menos se quedó con un logo que le servía para imprimir una lona gigante de 20 metros, o ponerlo en las tarjetas de visita sin que se viera pixelado…
Ya han pasado los 45 minutos, que se han convertido en casi hora y cuarto, de creatividad y plasmar ideas para dejarlas preparadas y consultar a los clientes. Ahora toca la hora diaria de revisar tus fuentes RSS, todos los lectores, El Tiny que tienes filtrado en tu servidor para rastrear artículos en inglés sobre un montón de temas, el Google Reader para ver lo último de los blogs de la lista, El Netvibes para el tema de la tecnología y esa cosa que estás haciendo de coaching para un cliente muy especial que está interesado en meterse en el tema. Luego el Flipboard, Pinterest y después el Scoop.it y el Paper.li donde tienes a una gente que selecciona lo mejor de lo mejor, esos sí que molan, y no saben el valor que aportan. Y vaya trabajo más bueno que estás haciendo con el marketing de contenidos y curaciones para clientes, incluso para tí mismo, que estás consiguiendo tener a los seguidores interesados por todo lo que compartes.
Ya te vas apuntando una serie de artículos que están estupendos, los vas metiendo en el Excel con la planificación de contenidos de cada cliente. Va a llevar un tiempo ir preparando el post para el blog de éste, las publicaciones en el muro de aquellos, pero poco a poco vas colocando todo sin que se te escape nada, que ya te lo tienes muy sabido.
Se nos alarga la mañana, ya toca publicar y empezar a ver cómo haces los Call to actions de cada cliente. Y prepararse para las respuestas, la conversación, atender a las comunidades… Ya no hay más remedio que leer el correo. No hay nada urgente ni alarma ninguna. un cliente dice que quiere invertir en una acción para Foursquare e Instagram que le habías planteado de cara a llamar la atención sobre su marca. Le ha gustado la idea, Bravo!!!
Te metes de lleno en la vorágine de publicar y seguir todos los canales. El Facebook está interesante a estas horas, el Twitter echa chispas, jo! Cada día el Twitter se pone más farragoso y complicado, qué jaleo. Con el Tweetdeck ya ni me atrevo a mirar todas las columnas que tengo abiertas. Sí que miras cada poco a los cuatro clientes de los que llevas sus cuentas, y vas haciendo la conversación. Tu tiempo te costó comprender al detalle cómo era el negocio de cada uno de ellos, pero sabes que te mereció la pena, eres independiente y tienes capacidad de reacción a las conversaciones, nada de estar llamando cada diez minutos a la secretaria de la empresa para preguntar qué es esto que me están diciendo en el Facebook.
Da muchas satisfacciones todo lo que haces administrando las páginas, los grupos, los círculos, los followers de tus clientes, buscando ese punto con el que enganchar a tu audiencia, ese dato, el contenido que publicaste, las preguntas que les lanzas. Es satisfactorio, sí, ver la respuesta tan positiva de los demás y conseguir cada día una comunidad de personas que crece poco a poco (no somos la Coca Cola), y que de vez en cuando se interesa por el producto. Eso eso, que las redes sociales no son para vender, pero sí que son para regalar. Regalar tu comunicación, tu marca, tu día, tu presencia, tu ánimo, tu corazón.
Ya se hace largo el día, has estado mirando durante un buen rato cómo les va a otros en las redes sociales, qué es lo que hace esta marca tan conocida, y aquella de artesanía que le está yendo muy bien, cuáles son las ideas que sacas de todo ello. Qué pronto notas la presencia de un buen community Manager, de un profesional haciendo las cosas, si es que se vé, todo preparado y administrado al dedillo y con mucho cuidado. no se quejarán las marcas de haber tenido la iniciativa de contratar a gente que de verdad sabe lo que hace, eso siempre se nota. Algunas se quejarán más bien de lo contrario, de no haber confiado su comunicación online en profesionales, así les va.
Te pasas media tarde escribiendo algunos contenidos para dejarlos programados al día siguiente, que te toca viajar por la mañana unos cuantos kilómetros, atravesar toda la provincia para reunirte con una pequeña empresa que quiere hablar contigo para entender qué es todo este jaleo del Social Media. Quizás se convierta en un trabajo para tí, quizás no, pero al menos ayudas y vas abriendo camino, para tí y para los que vengan detrás. También te pasas un rato largo intercambiando correos y alguna llamada para definir los distintos planes y estrategias que tienes que llevar a cabo. Hay jefes que son más tolerantes que otros, que te escuchan más, que te dejan llevar a cabo acciones más originales y arriesgadas, aunque con todos te llevas bien, y que no se quejen, que para lo que pagan les dedicas muchas más horas de las que facturas al final, pero muchas más.
Repasas tus monitorizaciones, las estadísticas de los blogs, apuntas datos en tus Excel para ir montando los resultados de las acciones. Muchas veces cuando las presentas al cliente les notas en la cara y el ánimo que no entienden demasiado, aunque si ven que los números aumentan y al menos no te cortan el grifo, pero todas estas estadísticas más bien las haces para ti, para coger callo, para que no se te olvide que también esto del Social Media es medible y cuantificable, que hay una parte bonita de creatividad, pero también otra parte no menos bonita de análisis. Los numeros te cuentan historias que muchas veces son emocionantes.
Vaya! otro día que se te ha pasado volando, y ya es de noche, y aun tienes muchas cosas que deberías hacer; ir organizando ese taller que quieres dar a las pymes de la ciudad para que vayan entendiendo que deberían estar en el 2.0, contactar con un par de personas que te pueden ayudar con esto, escribir en tu blog, hacer un par de power points que te han pedido unos colegas para evangelizar en su zona, preparar las clases que te toca dar para el máster de marketing, Ya se me ha ido lo más importante, ah sí, pensar cosas para el evento 2.0 de dentro de quince días. Esto es así, en provincias, si no existe el sector del Social Media lo hacemos aparecer por narices.
Bueno, la decisión firme y contundente para hoy es no quedarte delante del ordenador hasta más allá de la una y media de la madrugada. Es una buena hora no? Así avanzamos y planificamos lo que se hace mañana. Como mucho mucho hasta las dos, pero no más, vale?
Y esos pitiditos! ”Algún día tengo que desconectar todas las alarmas” te dices.