Soy asidua lectora de miles de blogs, tengo programado mi Reader de Google y recibo a diario más de 1000 noticias de diferentes fuentes RSS, sólo para el tema de Social Media. Admito tener poca valentía de publicar contenidos de mi autoría, pero escribo en nombre de mis clientes y soy bastante crítica conmigo, porque es peor que mis clientes sean objeto de mis errores. En muchas ocasiones tengo que revisar contenidos, pero no me atrevo a corregirlos excesivamente, porque respeto la manera de escribir de otras personas.

Lo que voy a contar me ha dado mucha valentía para iniciarme en el blog de la AERCO-PSM. Sólo por respeto a quienes nos leen, me tomo el atrevimiento de hacer un llamado sobre seis escenarios fatales y comunes en los blogs. Mi intención no es ser pesada, ofensiva ni mucho menos critica, quiero reclamar respeto para quienes a diario leen blogs.

Seis escenarios fatales y comunes en los Blogs

1. Ortografía

Suena a escuela, pero da pena leer publicaciones donde se hace caso omiso de la ortografía. Así como hay muchas herramientas útiles, por ejemplo las de productividad y gestión de redes sociales, hay muchas herramientas para corregir textos a nivel ortográfico. La herramienta de corrección de ortografía de Word es genial, predictiva y todos la tenemos a la mano ¿por qué no usarla? Si no la consigues -como es mi caso porque poco la uso- puedes visitar el portal de la Real Academia Española que tiene muchos recursos útiles o el portal de Fundéu que tiene recursos muy interesantes ¡Aprovéchalos!

2. Extensión de los textos

Olvidemos un rato el posicionamiento SEO, que ya tiene a muchos como locos ¡Incluyéndome! Hay muchos blogs, inclusive portales de renombre, que tienen contenido muy atractivo con titulares que enganchan, pero cuando estás leyendo, lo encuentras interesante y ¡puf! En un abrir y cerrar de ojos, se ha acabado, no se ha desarrollado ni siquiera la idea principal. En ése preciso momento me siento literalmente timada, no estoy pidiendo que escribas una tesis doctoral del tema, pero nuestra atención merece al menos que dediques 300 palabras de una idea principal. Es fácil en una página de Word, calculas la mitad y ¡listo!

3. Ausencia de imágenes, ilustraciones o gráficos

Un titular atractivo engancha, un texto de más de 300 palabras anima a seguir leyendo, pero una imagen, ilustración, gráfico, dibujo o cualquier cosa visual, merece la pena seguir leyendo. Hay miles de portales como Corbis Images que ofrecen imágenes gratis y libres de derechos de autor que podemos usar. Además de ayudar visualmente a lo que quieres comunicar, es una motivación para quien te lee. ¡Anímate a usarlas!

4. Uso de signos de exclamación e interrogación

La ortografía y los signos de puntuación, interrogación o exclamación no se hicieron para fastidiarnos nuestro hermoso idioma castellano, se hicieron para que pudiéramos explicar y dar énfasis a nuestra escritura, ponerle tono a nuestro mensaje. No usarlos es grave, hacerlo inapropiadamente tergiversa el mensaje, pero abusar de ellos -en lo personal- me parece perverso y agresivo. No gastemos nuestras energías queriendo hacer énfasis, utilizando diez veces el mismo signo de exclamación o interrogación. Por sí sólo, usarlo una vez ya expresa énfasis. Recuerda al abrir y cerrar, no sólo al final.

5. Uso de mayúsculas

Más de lo mismo, no usar mayúsculas nos pierde en la lectura, no sabemos cuándo empieza o termina una idea, párrafo o frase. Pero usarlas constantemente es peor, para quien no lo sepa usar altas todo el tiempo es sinónimo de estar gritando. Si deseas hacer énfasis sobre un texto específico aprovecha otros recursos como el subrayado o la negrilla, pero no grites ¡Por favor!

6. Redacción

Si escribes un diario personal, sólo para consumo propio ¡Aceptable! Sin embargo, como escribes para que otros lean, no puedes usar las mismas palabras. Es una regla de oro, si queremos que otros entiendan nuestro mensaje, debemos ser empáticos al escribir. Es una tarea difícil, pero con el tiempo se puede desarrollar. Dos recomendaciones en este punto: primero escribe mucho, muchísimo, la práctica te ayudará a mejorarlo; segundo, pídele a un amigo que lea lo que has escrito y que te explique lo que entendió, así sabrás –antes de publicarlo- si tu mensaje ha llegado como esperabas. Confieso que aún estoy aprendiendo a hacerlo.

Al final estos seis escenarios son un alerta para los valientes que escriben a diario en los blogs, está de más decirles que también consigo excelentes prácticas dignas de distinción, de esos ni hablamos porque las comunidades virtuales lo saben y lo hablan.

¿Me ayudas a hacer de mi batalla por el respeto al lector de blogs un hecho palpable?

Dos ideas:

1.- Puedes hacerlo compartiendo este post.

2.- O haciendo buenas prácticas de lo que aquí comento, para lo cual estaré mucho más agradecida que con la anterior.

No lo olvides si publicas contenidos en un Blog ¡Respeta a tus lectores!

@Dayanaluz