¿Realmente se pueden usar herramientas estadísticas (que se han venido usando desde años atrás) para medir la popularidad que uno tiene en la red? ¿Se cuenta el número de twitts, replies, mensajes directos, followers o el número de veces que se cambia de avatar? Y en otras redes como Tuenti o Facebook: ¿por el número de amigos, de fotos, número de eventos al que se piensa asistir o de grupos a los que se pertence?
No creo que haya forma de saber el grado de reputación que uno tiene (la tan nombrada marca personal) porque existen formas de comunicación que no son públicas (sms, mensajería instantánea, email o, simplemente, una llamada de teléfono) que quedan en privado. Además, cada uno le da el uso que quiere a las redes sociales en las que participa: personal, profesional o mixta. No es raro encontrar a personas con 300 amigos en Tuenti o en Facebook de los que a más de 1/6 de ellos no ve desde hace 10 años porque coincidió con ellos en la primaria. O gente va agregando a todo ser que le manda una invitación. Y también hay personas que parece que no interactúan porque los tablones o muros de las redes que utilizan están en blanco y resulta que se mueven por mensajes privados o participan con sus amigos y conocidos dentro de las aplicaciones que estas redes desarrollan (a más de uno conozco que donde deja mensajes en el FarmVille de Facebook).
En el caso de las empresas, todo cambia. Los resultados se pueden medir de forma similar a como se viene haciendo de forma habitual porque las repercusiones en los medios tradicionales no han cambiado, al igual que el coste por las insercciones publicitarias, y porque los resultados medibles (inversiones, ventas, etc.) es medible pero aún hay que averiguar que papel ocupa en la escala las intervenciones que la empresa haga en la red.
Lo lógico sería adaptar las herramientas que ya se tienen para medir la reputación e imagen en la red a las personas o dejarse guiar por el buen olfato que uno tenga a la hora de elegir los contactos que se tenga en la red
María Tapias Fraile
3 Comentarios
Estoy de acuerdo contigo en que no existe una forma clara de medir la marca personal porque las conversaciones privadas son justamente privadas. Otra cosa es cuando hablamos de personas con un claro perfil público, por ejemplo Escolar con sus más de 5.000 seguidores en Twitter.
El tema peligroso es la medición para las empresas porque a los jefes y a los clientes o se les entrega algo tangible o seguramente al cabo de poco tiempo empiecen a pensar en que el dinero ha sido mal invertido y por lo tanto el acuerdo o el contrato laboral empiece a peligrar y más en los tiempos que corren.
Gracias, Alberto por el comentario!
Y otro problema que veo es dónde empieza la marca personal y termina la de la empresa a la hora de hacer comentario en redes sociales porque pueden hacer que la imagen de la marca del negocio mejore o se dañe, o que se confunda la marca personal con un corporativismo extremo.
A este respecto, ¿conocéis alguna herramienta del estilo “Socialmention.com” aplicada al mercado únicamente español?
Por otro lado, tengo otra inquietud relacionada con Twitter. ¿Podríais dedicar un post a las estrategias a seguir en Twitter para una empresa que comienza su andadura? A quién seguir, qué balance es el ideal entre seguidos y seguidores, etc…
Gracias por vuestra web!!